Casos y fotos. Cosas y carnales.
viernes, 29 de junio de 2007
jueves, 28 de junio de 2007
miércoles, 27 de junio de 2007
martes, 26 de junio de 2007
Hoy: Nicknames que me gustan
el cameón
..Susperia
yo soy cantante -neta?
ahora que estás pelona ya no te quiero
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Yonics South
woxa
momo.
Farmerkid
Mess-e-ass -Finger points to
esos ojos
celeste
Bow to your sensei!
Hoy: Agustín Monsreal
Carta abierta a un amor de toda la vida
¿A quién de las innumerables tú que eres dirijo mis palabras, si eres tan vasta, tan múltiple, tan ilimitada? Si eres, para decirlo de manera semejante a quien muestra una pobre bandera de rendición, un río de Heráclito, una prueba de la relatividad, un cosmos inconmensurable. Sé que posees un origen, pero no sé de dónde vienes, ni cuántas generaciones de dioses y de hombres perduran en el clamoreo vertiginoso de tu sangre. Sé que tienes una edad, pero también que eres eterna como el tiempo, como el silencio de la noche, como el universo. Sé que mis brazos, mis pupilas, mi boca, te pueden pesar y medir, pero no merodear siquiera una constancia de tu esencia. ¿En qué víscera, en qué clavícula, en qué tejido de tu piel habita tu alma? ¿Cuál de todas tus sombras es tu sombra? ¿En cuál de tus desnudeces estás tú; en cuál de tus imágenes en el espejo? Siempre nueva, recién llegada siempre, te abres a mí con una antigua costumbre y no alcanzo a precisar si te alojas en mi vida desde ayer, o desde un día de hace trece meses, o desde hace veinte años. ¿Comprendes ahora por qué, siendo tan feliz a tu lado, la infamia de la desdicha no me deja vivir?
No, mi amor, no me perteneces íntegramente, tal como deseo y como sueles afirmar, convencida. Tu cara jamás ofrece la suma de sus lados a mi mirada. Tu cuerpo es cada instante sólo una parte de tu cuerpo. Cuando dices que eres mía por entero, no sabes que mientes. Ignoras que no obtengo de ti sino fragmentos. Nunca me es posible amarte completa. Si veo el aplomo de tus pechos, no me es dado contemplar tu espalda; si acudo a la dulcedumbre de tus labios, me pierdo de besar un surco, un músculo, mil poros. Tu olor es diferente de éste a aquel rumbo de tus muslos. Alguna ocasión me asomé a las raíces de tus dientes, y mis dedos te han tocado lo que mis ojos no pueden ver; sin embargo, no conozco tus riñones, no sospecho la trama de tu pleura; no adivino la textura de tus vértebras. Oigo la pluralidad de inminencias, de presagios, de designios, que conforman el sonido de tu voz; mas no escucho el ruido de tus nervios, el íntimo prodigio de tus uñas que crecen, las premuras incanjeables de tu cerebro. (¿Qué soy en ti, quién soy para ti cuando enmudeces, cuando te exilias en la patria trémula de tu memoria, cuando te ensimismas, cuando sueñas?)
Es insufrible, amor. Un vestido, la forma de un peinado, te modifican. La más leve emoción cambia el color y el apenas perceptible acomodo de tu semblante. Bajas los párpados y ya no eres la misma. Descubres una axila, una sonrisa, y ya eres otra. Doblas una pierna y tus rodillas, aunque idénticas, dejan de ser iguales. Los líquidos, los limos que emanas y que bebo, nunca me impregnan lo mismo. No me explico cómo tu lengua, en una sola caricia, puede ser tan fervorosa, tan consistente, tan cruel; tampoco logro explicarme esta rabiosa inutilidad que me impide reverenciarte con mi carne por tus dos santuarios a la vez. Te amo, no obstante. Y, al amarte, amo en ti a una desconocida siempre distinta, a una fugitiva infinita. ¿Comprendes ahora por qué, a pesar de tanta felicidad, soy tan desdichado?